Altos precios de casas y rentas llevan a que cada vez más jóvenes vivan con sus padres
El profesor Lin recomienda establecer un plan financiero a largo plazo, ahorrar tanto como sea posible para el pago inicial y mejorar las calificaciones crediticias para reducir los costos de endeudamiento
Debido a lo inaccesible que están los precios de las casas y del alquiler, el número de estudiantes jóvenes, entre los 18 y 29 años que viven con sus padres y familiares crece cada vez más, y no se trata de un problema exclusivo de California sino que es una tendencia que se observa a nivel nacional.
Uno de cada dos adultos entre los 18 y 29 años viven en la actualidad con sus padres, contra uno de cada cuatro que lo hacían en 1960.
Así lo reveló el estudio Why do young adults coreside with their parents? (en español ¿Por qué los jóvenes viven con sus padres?), codirigido por el profesor de finanzas de la Universidad Cal State Fullerton, Desen Lin, y en el que participaron profesores de la Universidad de Washington y la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania.
La investigación encuentra que este fenómeno se ha venido observando desde los años 60, pero se ha disparado a partir del siglo 21, cuando subió de 39.9% en el año 2000 a 49% en el año 2021, el doble del ritmo con relación a las cuatro décadas previas; y hoy está en niveles nunca antes vistos.
“Lo que es diferente en esta década, es que los adultos jóvenes que eligen vivir con sus padres a menudo buscan ahorrar en gastos de vivienda después de tener en cuenta lo inaccesible de las viviendas y los elevados alquileres”, dijo Lin.
Agregó que en los años 2000, los adultos jóvenes que vivían con sus padres lo hacían debido a las altas tasas de desempleo, hoy eso ha cambiado.
Los principales resultados del estudio fueron:
- Este impacto sobre lo inaccesible de la vivienda es más fuerte en ciudades como Los Ángeles, Boston y Nueva York.
- Los adultos jóvenes citan lo caro de la vivienda como un factor para posponer el matrimonio o comenzar una familia.
- La popularidad de la vivienda multigeneracional puede incrementarse en los próximos años debido al crecimiento de la población de los grupos étnicos minoritarios.
Lin, el coautor del estudio, comentó que la mayoría de los adultos jóvenes todavía eligen vivir en las principales ciudades de Estados Unidos, que suelen ser las más caras, en busca de oportunidades laborales.
Observó que el retrasar el matrimonio y la formación de una familia, también puede significar que los adultos jóvenes continúen viviendo con compañeros de cuarto o con sus padres durante períodos más largos que antes.
Hizo ver que mientras la vivienda siga siendo inaccesible para alquilar o comprar, la tendencia de vivir con padres o abuelos continuará como una forma de compartir los gastos de manutención.
“Dado que es probable que persistan los aumentos en los precios de las viviendas y los alquileres, o que continúe la falta de acceso, y con el aumento de grupos de inmigrantes, es probable que la tendencia hacia una vida multigeneracional aumente en los próximos años”.
El profesor comentó estar sorprendido de que lo inaccesible de la vivienda, tengan un papel fundamental en esta tendencia de adultos jóvenes que comparten el techo con sus padres, contrario a que se esperaba que el desempleo pudiera ser un factor de mayor peso.
El reporte aparece como artículo principal en la edición de enero de 2024 de la revista Real Estate Economics.
Fue motivado por el interés de los autores por conocer la evolución del fenómeno de vivir juntos en familia en una misma casa para compartir gastos.
A los legisladores, el profesor les recomendó hacer esfuerzos para relajar las restricciones de densidad y agilizar los procesos de aprobación de zonificación como formas de hacer que la propiedad de vivienda sea más accesible o al menos más disponible.
Artemio Carrasco, un estudiante de ciencias de la computación de 28 años de Cal State Los Ángeles, quien vive con sus padres en la ciudad de Glendale, dijo que la razón para hacerlo, tiene que ver con el dinero y lo caro que están las rentas.
“No todos los estudiantes hacen eso. Muchos prefieren agarrar préstamos estudiantiles para pagar por vivir en el campus de la universidad. Yo preferí continuar viviendo con mis padres mientras terminó la universidad para no salir con una gran deuda cuando me gradúe el próximo año”.
Debido a la misma carestía de la vida, dijo que ni él ni su novia, tienen planes de casarse ni tener hijos por muchos años.
“Tampoco consideremos vivir juntos pronto, hasta que yo termine mi maestría en unos dos o tres años más, mientras tanto cada uno continuará viviendo con nuestros respectivos padres”.